Si el niño que ama está sufriendo tanto que se está haciendo daño a sí mismo, probablemente usted también sienta el dolor.
Los padres y los cuidadores pueden sentirse confundidos, enojados e impotentes cuando ven señales de que su niño o adolescente se está autolesionando. Se dan cuenta de que su hijo necesita ayuda inmediata, pero muchos no saben por dónde empezar.
Cuando las familias se plantean su preocupación por las autolesiones, tienen la oportunidad de hablar abiertamente de la situación de sus hijos y de buscar soluciones juntos.
A continuación, se presentan ideas que abordan los temores y los conceptos erróneos más comunes, junto con las formas en que puede apoyar a su hijo.
¿Qué es la autolesión?
La autolesión, también conocida como autoagresión, automutilación o auto abuso, se produce cuando las personas se hacen daño a propósito sin intención de matarse. Los expertos médicos suelen referirse a los cortes y a otras formas de autolesión como autolesiones no suicidas.
El hecho de que un niño o adolescente comience a autolesionarse no significa automáticamente que tenga pensamientos suicidas o que desee morir. Sin embargo, estudios más recientes muestran que cuando las autolesiones continúan durante períodos prolongados, los niños y los adolescentes corren un mayor riesgo de tener pensamientos y acciones suicidas. Por ello, los padres y cuidadores deben tomar medidas inmediatas cuando crean que sus hijos se están autolesionando.
¿Existen mitos sobre las autolesiones que deba conocer?
Esta es una lista parcial de los conceptos erróneos que escuchan los Psicólogos:
- Cortarse es la única forma de autolesión de la que preocuparse.
- Las autolesiones suelen deberse a pensamientos suicidas.
- Los niños o los adolescentes que se autolesionan solo buscan atención o son dramáticos.
- Las niñas son las únicas que se autolesionan.
- Si le pregunto a mi hijo sobre las autolesiones, es posible que sienta la tentación de intentarlo.
- Los niños y los adolescentes superan las conductas de autolesión, así que ¿qué sentido tiene el tratamiento?
Cortes: señales a las que prestar atención
La forma más común de autolesiones es el corte de la piel, por lo que puede ver cortes o cicatrices en las manos, las muñecas, el estómago, las piernas u otras zonas del cuerpo de su hijo. Los niños pueden infligir cortes profundos o hacer docenas de cortes más pequeños en un solo lugar. Sin embargo, es importante recordar que los niños suelen ocultar sus lesiones usando muchas joyas o mangas largas (incluso cuando hace calor), por lo que las cicatrices y los cortes pueden no ser visibles o evidentes.
Otras señales sutiles a las que prestar atención pueden incluir síntomas de depresión (como por ejemplo tener sentimientos abrumadores de desesperanza o inutilidad, trastornos del sueño y niveles bajos de energía). Esto se debe a que los niños con depresión corren un mayor riesgo de cometer autolesiones.
Otras formas de autolesión
Otras formas de autolesión incluyen golpes en la cabeza, quemaduras, tirones del cabello o rascado excesivo de la piel hasta el punto de sangrar. Algunos niños se dan puñetazos, se introducen objetos en las aberturas del cuerpo, beben sustancias nocivas tales como lejía o detergente, o intentan romperse los huesos a propósito. En algunos casos, es posible que los niños o los adolescentes solo se autolesionen una vez, pero los que siguen cometiendo suelen autolesionarse de más de una forma.
¿Qué hace que los niños se lastimen así?
No existe una causa clara. Sin embargo, los jóvenes que se autolesionan suelen sentir un dolor emocional abrumador. Otros dicen que se sienten solos, inútiles o vacíos por dentro y que harían cualquier cosa para sentirse mejor, aunque solo sea por un momento. Algunos otros informan sentirse sobre estimulados, incomprendidos o temerosos de las relaciones cercanas. Algunos se sienten abrumados por las responsabilidades escolares y familiares, o quieren castigarse por algo malo que creen haber hecho.
La autolesión también puede ser una forma de que los niños tomen el control de su cuerpo cuando sienten falta de control sobre otras cosas, o cuando otros aspectos de su vida parecen inmanejables.
¿Cómo puede algo tan doloroso realmente aliviar el dolor?
Sabemos que cuando el cuerpo humano sufre una lesión, el cerebro libera determinadas sustancias químicas para ayudarnos a superar el trauma. Esta rápida explosión de endorfinas y otros analgésicos naturales puede ofrecer un escape momentáneo de las luchas que un niño parece no poder manejar de otra manera.
¿Existen patrones de autolesión relacionados con el género?
Las mujeres jóvenes que se autolesionan son más propensas a cortarse, mientras que los varones jóvenes son más propensos a golpearse. Sin embargo, los niños de todos los géneros cometen NSSI, incluidos los varones y los niños que se identifican como no binarios o transgéneros.
¿Los niños que se autolesionan corren mayor riesgo de suicidarse?
La mayoría de las autolesiones provienen de una necesidad momentánea de escapar, no de un deseo de morir. Sin embargo, las investigaciones más recientes indican que los adolescentes con problemas para dejar de cometer autolesiones no suicidas tienen tasas mucho más altas de experimentar pensamientos suicidas y de morir por suicidio que sus pares que no se autolesionan. Los jóvenes nativos americanos y de Alaska corren un riesgo especialmente elevado.
¿Cómo puedo distinguir la diferencia entre las autolesiones no suicidas y la conducta suicida?
En caso de duda, pida ayuda. Comuníquese con el terapeuta de su hijo o con la sala de emergencias más cercana. Los profesionales médicos y de salud mental pueden obtener más información y brindar orientación sobre los próximos pasos para mantener a su hijo seguro y sano.
¿Qué edades corren el mayor riesgo de autolesionarse?
Las conductas de autolesión son más comunes entre los adolescentes. Afortunadamente, la mayoría de los jóvenes que se autolesionan repetidamente dejan de hacerlo después de la adolescencia.
¿Son las autolesiones no suicidas una señal de otros problemas de salud mental?
Los niños y los adolescentes que sufren depresión, ansiedad, trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH), trastorno de estrés postraumático (post-traumatic stress disorder, PTSD), trastornos alimentarios, trastornos por consumo de sustancias, trastornos de personalidad y otras afecciones mentales corren un mayor riesgo de autolesionarse. Es importante buscar y tratar tanto la afección de salud mental como la autolesión.
¿Cómo puedo ayudar a mi hijo?
Tengan la conversación. No tenga miedo de preguntar a los niños si cometen autolesiones no suicidas o si conocen a otros que lo hacen. Adopte una posición sin prejuicios, escuchando más de lo que habla. Está bien admitir que el tema es difícil para usted, pero exprese su amor y preocupación: «Me resulta difícil siquiera pensar en esto porque me preocupo por ti y quiero que estés sano y seguro, siempre».
Prepárese para reacciones fuertes. Dado que las personas que practican autolesiones no suicidas suelen negarlo (e intentan ocultar las pruebas), su hijo podría molestarse o negarse a hablar. En un momento más tranquilo, dígale a su hijo que le preocupa que pueda estar autolesionándose y que piensa hablar con un psicólogo al respecto. Anímele a estar presente en esta conversación, pero, aunque no quiera acompañarle, concierte la cita.
Haga que el entorno de su hogar sea más seguro. Si su hijo se autolesiona, puede ayudarle retirando objetos peligrosos tales como cuchillos afilados, navajas de afeitar, venenos y/o armas de su espacio. Aunque puede ser difícil retirar todos los objetos todo el tiempo, es especialmente importante si su hijo le dice que tiene pensamientos o impulsos de autolesionarse, o durante períodos difíciles y estresantes que podrían desencadenar estos pensamientos o impulsos. También es importante mantener las armas de fuego fuera del alcance y todos los medicamentos bajo llave, en especial si su hijo tiene pensamientos suicidas.
Hable con su proveedor de salud mental acerca de establecer un «plan de seguridad». Este incluirá formas prácticas de reorganizar su hogar y obtener atención de emergencia ante cualquier crisis.
Cambie su forma de pensar sobre los medios sociales. Aunque los canales digitales no sean una causa directa de las autolesiones no suicidas, el exceso de tiempo frente a la pantalla puede provocar problemas para dormir y sentimientos exagerados de envidia, aislamiento, miedo y autorrechazo. Estos problemas pueden alimentar las poderosas emociones que impulsan a algunos niños a autolesionarse, por lo que vale la pena dedicar tiempo a establecer un sano plan de consumo de pantallas de la familia.
Sus propios hábitos digitales también son importantes. Un estudio indicó que los adolescentes que viven con depresión informaron que sus padres pasaban hasta 8 horas al día en los medios sociales. Esto no significa que los padres tengan la culpa de que sus hijos enfermen, pero este patrón puede bloquear las oportunidades de conversación y cercanía emocional, que generalmente reducen los riesgos de depresión y ansiedad del niño.
Priorice la salud mental y las relaciones de la familia. Si su familia enfrenta constantemente niveles altos de estrés, tómese el tiempo de considerar cómo puede cambiar esta situación. Los jóvenes deben saber que pueden pedir un tiempo de inactividad sin sentirse culpables y que el cuidado personal es una prioridad por encima de las montañas de tareas escolares y actividades extracurriculares.
Algunos niños y sus familiares corren un mayor riesgo de sufrir problemas de salud mental debido a los traumas, la violencia, la dinámica familiar inestable y la pobreza que forman parte de su vida cotidiana. Una relación de apoyo entre padres e hijos puede servir como un poderoso amortiguador. Hable con su psicólogo sobre otras formas que pueden ayudar a reducir el estrés y a fomentar la resiliencia de los niños expuestos a la adversidad.
Comparta lo que sabe. El bienestar de su hijo depende del apoyo de la familia, los maestros, los entrenadores y muchas otras personas, así que no mantenga sus luchas en secreto y comparta lo que su hijo permite o lo que cree que es importante. Si se pregunta cómo revelar las autolesiones no suicidas de su hijo de forma que se respete al máximo su privacidad, pida orientación a su pediatra. Puede ayudar a educar a otros compartiendo el artículo que está leyendo en este momento.
Recuerde
Las autolesiones no significan que su niño o adolescente quiera morir y NO le convierten en un mal padre. Al igual que con cualquier problema de salud, puede ayudar a su hijo a recuperarse al expresar esperanza, aceptar el tratamiento y asegurarse de que sienta su apoyo amoroso e incondicional.
Por: Alia McKean, DO, MPH y Maria H. Rahmandar, MD, FAAP
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